En entrevista con El Comercio, el jefe de la Sunafil, Aldo Ortega, cuenta cuáles serán los lineamientos en su gestión.
A pocos días de operar "oficialmente" como Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil), Aldo Ortega adelanta los pilares de lo que será la fiscalización laboral en el país.
¿Cuál será la nueva cara de la fiscalización laboral desde el 1 de abril?
Habrá un cambio progresivo, porque es difícil pretender que del 31 de marzo al 1 de abril todo, milagrosamente, sea felicidad. Lo más importante es que se trata de un proceso de reforma de todo el sistema de inspección en el trabajo y no solo de transferencia de funciones. No es desvestir a un santo para vestir a otro.
¿Cómo se hará palpable esa reforma?
Queremos que las empresas y los trabajadores empiecen a notar, por ejemplo, mayor predictibilidad y transparencia en el sistema. Si hablamos de tendencias, no vamos a ser ni pro trabajador ni pro empresa. Habrá interpretaciones que no le gustarán a todo el mundo, pero van a saber por qué se hace.
¿De qué manera ayudarán a los trabajadores informales?
Tenemos que diferenciar dos grandes grupos, la informalidad pura y la subinformalidad, que son los trabajadores informales que trabajan en empresas formales, algo que hay bastante en Lima.
¿Qué harán por ellos?
Para atacar la subinformalidad, estamos viendo el porcentaje de omisión a la planilla electrónica. La idea no es ir a las empresas por ir. No tiene ningún sentido hacerlo porque hay tan pocos inspectores en el país que no se puede desperdiciar este recurso. Y, como producto final, tendremos una base de datos de las empresas con indicios de infracción, esa información será transferida a las regiones para que las intendencias regionales programen las visitas.
¿Y con el otro rubro?
Con el gran grupo de la informalidad pura, tenemos la misma restricción que cualquier otro fiscalizador porque cómo multamos en un sitio donde no hay nada, ni RUC ni licencia de funcionamiento, ¿a quién multas en realidad?, ¿a quién le exiges el cumplimiento de la norma? La informalidad es un tema bastante complejo y no le corresponde a un solo sector atacarla, tiene que haber una estrategia de país.
¿Cómo la atacarán?
Vamos a colaborar con la ley mype y como Sunafil daríamos tres años de gracia para no recibir sanciones por faltas leves. Como segundo punto, queremos trabajar en la elaboración de planes de adecuamiento a la normativa laboral con las microempresas. También con cualquier tamaño de empresa porque como Sunafil nos importa el cumplimiento de las le yes laborales. No me interesa multar ni caer a palos a las empresas. Esa, en realidad, no es mi misión.
Entonces, ¿cuál es su misión?
Mi misión es velar, promover y realizar todas las diligencias necesarias para que se cumpla la normatividad. Esto se puede hacer con un plan de adecuamiento de manera autodeclarada, sin que medie ningún tipo de presión porque las empresas deberían tener la posibilidad de ponerse a derecho. De esa forma, ganamos todos, la empresa porque no es sancionada, el trabajador porque se cumplen sus derechos y nosotros porque se cumplen las leyes laborales.
¿Ambos frentes se trabajarán desde abril?
Lo de la subinformalidad ya lo estamos trabajando, estamos ad portas de aprobar el Plan Nacional de Inspecciones 2014 y ahí ya consideramos estrategias para combatirla. En cuanto al plan de adecuamiento, lo estamos trabajando con el Ministerio de Trabajo, porque como parte de la transferencia de competencias se están quedando con toda la política pública y Sunafil pasa a ser la autoridad central del sistema de inspección, que es la parte operativa debajo de la política pública.
fuente: diario el comercio
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