Notaría Otárola no estaría declarando sus ingresos de acuerdo a ley

“Ya tengo establecidos los horarios. En Carhuaz atenderé en las mañanas y en las tardes en Huaraz”. De esa manera respondía Vilma Salvador Huamán a los cuestionamientos de la prensa ancashina por atender solo a medio tiempo tanto en su propia notaría de Carhuaz como en la de Fredy Otárola en Huaraz.

 

Como se recordará, el congresista-notario Fredy Otárola encargó a Vilma Salvador, su cuñada, el despacho notarial que tiene en la ciudad de Huaraz a fin de que él pueda ejercer como parlamentario. Pero tal como señalamos en un informe anterior, Vilma Salvador se encuentra legalmente impedida de suplir a Otárola, por tener su plaza notarial en una provincia distinta a la de él.

 

Pero parece que Vilma Salvador prefiere olvidarse de dicho impedimento. Es más, muy honesta ella, piensa y declara a los medios que dividiendo salomónicamente su tiempo cumple con su labor notarial. Nada más inexacto.

 

El inciso a) del artículo 16 inc. a) de la Ley del Notariado, D. Leg. N° 1049, señala expresamente que el notario está obligado a mantener la atención al público no menos de siete horas diarias, de lunes a viernes. De igual manera, el inc. b) del mismo artículo señala que el notario está obligado a asistir a su oficina, observando el horario señalado, salvo que por razón de su función tenga que cumplir alguna labor fuera de ella.

 

Por esas razones legales (que todo notario debería saber) no resulta válida la explicación de Vilma Salvador. Ella, arbitrariamente, ha establecido que en la mañana funcione un despacho (el de Carhuaz) y en la tarde el otro (Huaraz). Esta es una clara contravención a lo previsto en la Ley del Notariado.

 

Cómo debe atenderse el despacho notarial encargado

Cuando un colegio de notarios otorga licencia a un notario y nombra a su reemplazante, no faculta a este último a que pueda fijar nuevos horarios. Todo lo contrario, se encuentra en la obligación de seguir atendiendo su despacho notarial en el horario señalado por la ley, y además el despacho del reemplazado también tiene que encontrarse abierto durante la misma cantidad de horas. Lo que se hace en estos casos es que el personal del notario en licencia lleve el despacho notarial al notario reemplazante para que este lo firme.

 

Vilma Salvador ha olvidado dos cosas elementales: el notario reemplazante no debe ocupar físicamente el despacho del notario reemplazado, y ambos despachos deben estar abiertos de lunes a viernes durante no menos de siete horas.

 

Quien atiende el despacho del notario reemplazado es su personal y es en ese despacho donde se extienden las escrituras públicas, se recibe la documentación y, en general, se sigue trabajando con despacho abierto como si estuviese el notario. La única diferencia es que cuando todos los documentos están listos para ser firmados, se llevan al despacho del reemplazante para que los firme.

 

Ahora bien, ¿quiénes son los más perjudicados por esta “distribución horaria” de Salvador Huamán? Sin lugar a dudas, la propia población huaracina, quienes desde hace más de ochos años tienen una notaria que solo trabaja a medio tiempo.

 

Debe recordarse que los notarios realizan una importante función pública al servicio de la ciudadanía. Que se haya otorgado licencia a un notario por un número indeterminado de años (en el caso de Otárola ya van más de 8 años) afecta directamente a los usuarios del servicio notarial, quienes se ven compelidos a adecuarse al horario disponible de la notaria encargada.

 

Esta situación permite preguntarnos si es que debería suprimirse esta suerte de licencias indefinidas. Tal vez lo más adecuado sería que los congresistas-notarios, que desean –con legítimo derecho– seguir una larga carrera política, sean separados de la función notarial y reemplazados por otros que, mediante concurso público, sí estén dispuestos a dirigir el despacho notarial en el mínimo de horas exigido por ley. Solo así se atendería a cabalidad a la ciudadanía.

 

Una extraña situación tributaria

Por lo antes señalado, resulta muy extraño, por decir lo menos, la situación tributaria que se presenta en este caso. En las facturas de la Notaría de Vilma Salvador, que se han exhibido en los medios de prensa, puede leerse: “Notaría Salvador. De: Vilma Salvador Huamán. Encargada de la Notaría Otárola”.

 

 

Pero eso no es todo lo que llama la atención. Vilma Salvador parece entender que la notaria de Fredy Otárola es una sucursal de su propia notaria. Al menos ese es el tratamiento tributario que le está dando a la notaría del congresista.

 

En efecto, en el espacio reservado en dicho comprobante de pago para consignar el domicilio de la notaría, se pueden apreciar dos direcciones. La de la sede principal, ubicada en Jr. Río Buín N° 646, Carhuaz-Ancash (donde se ubica la Notaría Salvador) y la de la “sucursal”, ubicada en Jr. José de Sucre N° 810, Huaraz-Ancash. Esta última dirección es la que por años siempre utilizó la notaría Otárola, hoy convertida, nadie sabe muy bien cómo, en una notaría-sucursal.

 

Esta situación se ve reflejada igualmente en la información registrada en Sunat. Bajo el RUC N° N° 10079605561 aparece registrada la Notaría Salvador de la contribuyente Vilma Fidela Salvador Huamán. Como dirección del domicilio fiscal aparece el local ubicado en Carhuaz. Pero –y esto lo que definitivamente inquieta– se consigna como “establecimiento anexo” la sucursal ubicada en Jr. José De Sucre N° 810, Ancash- Huaraz… esto es, el local de la Notaría Otárola (!).

 

fuente: la ley

 

Y hay más. Según la información que se registra en el portal web de la SUNAT, el RUC de la notaría del congresista figura con la condición de “baja de oficio”. Esto es, como si hubiera cerrado o cesado definitivamente sus actividades. Lo cual sabemos no es verdad. Ese despacho atiende a la población huaracina, pero bajo el membrete de “sucursal” de la Notaría de Vilma Salvador.

 

En resumen, la Notaría Otárola ya no tiene RUC y sus actividades son ahora entendidas como las de una sucursal de la Notaría Salvador. La forma cómo se están declarando tributariamente los ingresos obtenidos por la Notaría Otárola no se ajusta a lo que ordena la Ley del Notariado.

 

Como ya hemos señalado, esta norma es clara al señalar que deben mantenerse los dos despachos notariales, tanto el del notario en licencia como el del notario encargado. Por ello, ambas notarías deberían seguir declarando sus ingresos independientemente y emitiendo sus respectivas facturas. Por qué esto no sucede con la Notaría Otárola es algo que debería explicar el actual Presidente del Congreso. La transparencia así lo exige.