El riesgo es una palabra que asusta a muchas personas. Por diversas razones, no es una decisión muy agradable de tomar y menos cuando se trata de su dinero.
Sin embargo, es un elemento que siempre está presente en la vida y sin duda es también uno de los aspectos más importantes en materia de inversiones . Es imposible obtener una ganancia o un premio en una inversión, sin asumir un cierto nivel.
La percepción general de la gente es que es la posibilidad de tener una pérdida; sin embargo, en finanzas, esto no es totalmente cierto.
En inversiones, se define como la variabilidad que puede existir en los rendimientos esperados de nuestra inversión. Es decir, una inversión es más riesgosa cuanto más variable sea el rendimiento que podamos esperar de la misma. En este sentido, se puede decir que riesgo es sinónimo de volatilidad.
Sin importar lo que uno decida hacer con su dinero, éste siempre está enfrentando algún tipo de incertidumbre.
Por ejemplo, si uno decide guardarlo bajo el colchón, se estará corriendo el riesgo de la pérdida en su poder adquisitivo, debido a los efectos de la inflación.
Si uno decide meterlo a una cuenta de ahorros en un banco, es probable que suceda lo mismo, y que en el largo plazo no alcance para comprar lo que se podía adquirir en un inicio.
Cuando uno invierte en el mercado de valores, ya sea directamente en el mercado de dinero (bonos de corto plazo, etcétera), en el de capitales (principalmente acciones y productos derivados) o a través de sociedades de inversión , siempre enfrenta un riesgo.
Sin embargo, es un riesgo el cual, afortunadamente, podemos medir y decidir si es o no para nosotros.
La relación entre el riesgo y el rendimiento
Por lo general, para poder obtener un mayor rendimiento potencial de las inversiones en el largo plazo, se debe aceptar una mayor volatilidad.
Por ejemplo: guardar el dinero en un pagaré bancario ciertamente reduce nuestro riesgo, pero también nuestra recompensa potencial. En cambio, invertir en ciertas acciones incrementa la posibilidad de asumir fluctuaciones en el valor de su portafolio, pero a la vez incrementa el rendimiento que se podría obtener.
El riesgo en el portafolio de inversiones
En resumen a todo lo anterior, el riesgo en un portafolio de inversiones es inevitable, pero puede ser medido y manejado.
De hecho, el problema central de la teoría de inversiones consiste precisamente en averiguar cómo podemos maximizar los rendimientos de su portafolio, dado el nivel de riesgo que se ha decidido asumir.
¿Cómo saber qué nivel de riesgo es aceptable para nosotros?
La respuesta es diferente para cada individuo, existen diversos cuestionarios que aplican las casas de Bolsa a su clientela para determinar la tolerancia al riesgo que tiene cada uno de sus inversionistas.
Estos estudios generalmente toman en cuenta tanto las actitudes de una persona, como el tamaño de su patrimonio y su horizonte de inversión.
Generalmente, si requerimos de una alta liquidez, es conveniente tomar el menor riesgo posible.
Sin embargo, si no necesitamos disponer de nuestros recursos en varios años, entonces podrá ser conveniente contemplar la posibilidad de incluir instrumentos de renta variable en su portafolio.
El peor riesgo que toda persona puede enfrentar, sobre todo con sus metas a más largo plazo, es no hacer absolutamente nada con su dinero.
Si no hace planes para su retiro, para la universidad de sus hijos o para el resto de sus metas financieras, y no ahorra e invierte para obtenerlas, lo más probable es que jamás pueda realizarlas.
Recordemos siempre que el riesgo siempre está presente en la vida de una persona. Por lo tanto, no hay que tenerle miedo, sino conocerlo y saber manejarlo a su favor.
fuente: diario gestión
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