Análisis del EBITDA en empresas del sector agrícola

Las empresas agrícolas presentan estados financieros con fechas de cierre anual y trimestral al momento de solicitar diversos tipos de financiamiento a los bancos. Cuando estas instituciones analizan la información presentada, consideran como una medida de generación de caja al EBITDA (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización).

Desde nuestro punto de vista, el EBITDA no muestra la caja generada durante el período. Para eso, los estados financieros ya presentan este dato en la Actividad de Operación del estado de Flujos de Efectivo; además el EBITDA asume que las ventas y gastos se dan en efectivo en el período, hecho que generalmente no es cierto y que, en la mayoría de casos, hay ventas que se cobran en períodos diferentes y gastos que se pagan en períodos diferentes, correspondiendo a las negociaciones propias de la empresa, y a las costumbres del mercado y sector.

Aún cuando los bancos insistan en asumir que el EBITDA muestra la caja generada y, por consiguiente, el importe que genera la empresa para pagar capital más interés de las actividades de financiamiento, somos de la opinión que deberían mejorar la forma de cálculo dado que, en la mayoría de casos, a la utilidad operativa le suman las depreciaciones de activos fijos y no se considera la depreciación de las plantaciones; más aún cuando esta última corresponde a provisiones que no son los desembolsos de efectivo más importantes del estado de resultados de una empresa del sector agrícola.

Al parecer, y por comentarios de los analistas financieros, esta deficiencia se da porque la depreciación de la plantación no se muestra en la matriz que manejan las entidades financieras. Por lo tanto, recomendamos revisar los procedimientos de cálculo para que el lector del estado financiero pueda tener una mejor lectura y análisis de la gestión del negocio.

Demás está reiterar que para el sector agrícola no aplican ratios corrientes, prueba ácida, rotación de capital de trabajo o período de maduración. Por lo tanto, se debe enfocar en métricas como ROE, ROA, EVA, ratio de propiedad, así como la lectura del Estado de Flujo de Efectivo, además de analizar detenidamente las cuentas que componen los estados financieros.

Ahora, si la empresa es agroexportadora y tiene su propia planta de empaque, la situación es diferente porque la depreciación de la planta de empaque influye en el cálculo del EBITDA y en la generación de flujos de efectivo en la actividad de operación. Por ello, se hace necesario que, para el sector agrícola, se abran matrices de análisis financieros que incluyan a la empresa solo de producción agrícola; a las que cosechan y empacan en su propia planta de empaque; y finalmente a las que siembran, cosechan y exportan, toda vez que la conformación de las cuentas de los estados financieros son diferentes para cada caso.

Esperamos haber contribuido a la mejor lectura de un estado financiero, pero tomen en cuenta que antes de analizarlo, deben entender el negocio. Después, ubicar los mejores ratios o métricas; y, luego, analizar en conjunto aplicando solo las que corresponden, más aún en un sector donde hay un periodo de siembra, otro de cosecha y, al término, tal vez se remueva el sembrío, cambie de producto o se vuelva a trabajar la tierra, lo cual lo hace un sector muy especial de entender. Por eso, no se pueden aplicar ratios similares a una empresa comercial o industrial.

Fuente: Conexión ESAN


Escribir comentario

Comentarios: 0