CPC Sergio Luna Montero
Innovarum: Capacitación Empresarial
Me encontré con un amigo, me dijo que estaba buscando trabajo. Él es ingeniero químico y no encontraba trabajo por ningún lado. Me hizo un comentario que quiero compartir con Uds.:
Las empresas solamente piden:
Asesores comerciales, promotores de ventas, Impulsadoras, ejecutivos de ventas, supervisores de ventas, ejecutivo de ventas de seguros, ejecutivo de ventas de seguros médicos, representantes de ventas de consumo, analistas de crédito, etc.
Cuando buscaba trabajo como contador, he buscado hasta debajo de las piedras. Buscaba, buscaba y buscaba; nunca encontraba. Pero siempre tenía amigos(as) que me ofrecían trabajo como vendedor, yo siempre les decía que no. Sentía que no era lo mío y me acobardaba de empezar en este rubro.
Hasta que un día cualquiera me presente a una empresa y comencé a vender celulares. La persona que me contacto, me dijo una cosa: Tú tienes el perfil requerido para el puesto, solo hay que pulirte en algunas cosas, cosa que vas a aprender con el tiempo.
En este trabajo aprendí una cosa “aprendí a vender”, trabajar bajo presión, tener tolerancia a la frustración y tener claro que cada día es totalmente distinto. MI jefe me dijo: En ventas todos los días se empieza y la peor noche oscura, te depara al día siguiente muchas cosas buenas (cosa que es muy cierta). Lo mejor de todo, es que podía manejar mi tiempo, me daba tiempo para hacer “otros cachuelos” y otras cosas. Pero sobre todo “se gana bien”, llegaba el fin de mes y a los vendedores eran los primeros que nos pagaban, el resto tenía que esperar a que les paguen.
Luego pase a trabajar a un ISTP, trabaje en el área comercial y ahí la cosa cambio. Empecé como “vendedor raso”, hice mi trabajo de la mejor manera y me gane la confianza de mi jefe; mis números me dieron peso en la empresa. Un día me llamo el dueño y me dijo que me mandaba a Lima a ver a la competencia, que le diera mi número de DNI y que luego vaya a recoger mi pasaje. Voy a recoger mi pasaje y era un pasaje en avión (ida y vuelta), me iba a alojar en Miraflores y que tenía S/. 200.00 de viáticos diarios. Fue mi primer premio en ventas (el primero de muchos). Me dieron mi RPM (que lo pagaba la empresa). Luego me mandaron a Tacna, Puno, Moquegua y Cusco (con todos los gastos totalmente pagados). La secretaria y los administrativos me miraban y me decían: Que suerte la tuya, te vas de viaje y todo te lo paga la empresa. Nosotros trabajamos años acá y no nos dan nada de lo que te dan a ti (sic).
El dueño del instituto, empezó como vendedor, era bastante bueno en ventas, gano varios viajes al exterior y se conocía todo el Perú. Mi casa y mi carro, se lo debo a mi trabajo en ventas. Pero hubo algo que me enseño “la universidad de la calle”, como se debería manejar cualquier tipo de negocio. Cosa que ninguna carrera profesional y/o postgrado te lo enseñan. Fueron las palabras de un hombre muy sabio.
Puedo decir sin temor a equivocarme, que la mejor experiencia que he tenido “es trabajar en ventas”. Me presento a cualquier lado y me llaman, para trabajar con ellos; ya que tengo experiencia en ventas.
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