Especial TU DINERO. Un buen plan financiero debe ser construido como un buen edificio. Debe tener cimientos sólidos, y cada elemento debe estar balanceado . En lo que respecta a nuestro plan
financiero, antes de tomar decisiones debemos medir su impacto sobre él.
Después de analizar si nuestras metas responden a nuestras necesidades de vida en este momento, como mencionamos en la primera parte: ¿Cómo revisar y actualizar nuestro plan financiero I , debemos analizar lo siguiente:
Por ejemplo, si estamos ahorrando para nuestro retiro (dentro de 30 años) en pagarés a 28 días, claramente no es un instrumento acorde a nuestro objetivo de inversión . Hay que cambiar la estrategia.
Si para ese objetivo contamos con un portafolio de inversión diversificado, una fuerte baja generalizada en los mercados no debe representarnos mayor preocupación. Sabemos que nuestro portafolio está formado de instrumentos que son acordes con nuestro horizonte de inversión, y también que este tipo de movimientos son inherentes a los mercados . Sabemos además que en 20 o 30 años seguramente el mercado volverá a subir, y que en ese horizonte habremos tenido un rendimiento interesante.
¿Cómo decidimos cuando algo cambia?
Si decidimos cambiar la estructura de nuestro portafolio, esto debe hacerse ponderando el plazo en el cual queremos realizar nuestros objetivos, y el riesgo que estamos dispuesto a tomar, así como el rendimiento que esperamos obtener por correr ese riesgo. Hay que recordar que en materia de inversiones, el riesgo se define como la volatilidad.
Finalmente, la naturaleza de largo plazo de las inversiones bursátiles, no significa que tengamos que “olvidarnos” de esa inversión o de mantenernos todo el tiempo invirtiendo en las mismas empresas. Hay empresas que crecen más que otras y hay algunas que carecen de visión, por lo tanto en ocasiones conviene recomponer el portafolio. La naturaleza de largo plazo atiende a su volatilidad: a no invertir en Bolsa recursos que podríamos necesitar en el corto plazo.
¿Nuestro patrimonio está bien protegido ante algún imprevisto?
Muchas personas restan importancia a un tema fundamental: la protección de su patrimonio. Por lo tanto, a pesar de tener hoy una buena posición financiera, en realidad son muy vulnerables.
Podríamos tener un accidente y tener que enfrentar una responsabilidad muy amplia que, si no tenemos debidamente cubierta a través de un seguro, puede resultar en una pérdida catastrófica para nuestro patrimonio.
Esas vulnerabilidades se pueden cubrir de muchas maneras, a través de mecanismos como los seguros. En este caso es importante compararlos bien antes de elegir, ya que hay una amplia variedad no sólo en los precios, también en las coberturas que ofrecen las distintas compañías. Es malo comprar seguros que sean muy caros, sin duda, pero es peor comprar un seguro barato sin saber lo que cubre y lo que excluye.
Muchas personas no leen sus pólizas de seguros y cuando requieren utilizarlas se dan cuenta de que no contrataron alguna cobertura importante, o bien, que su reclamación estaba excluida. Hay que conocer lo que compramos y ver si atiende a nuestras necesidades. De lo contrario, no podemos quejarnos. Es como si compráramos naranjas muy baratas sin verlas, y las guardáramos así, para luego darnos cuenta, al momento de querer comernos una, que estaban podridas.
Es importante recordar que hay muchos riesgos que no se pueden asegurar, como una reparación mayor en nuestro auto o la pérdida parcial de nuestra fuente de ingresos. Por ello hay que contar con un fondo para emergencias que cubra entre tres y seis meses de nuestro gasto familiar promedio.
Diario Gestión (24.10.2014)
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