Los riesgos de rebajar el IGV

El MEF ha expresado su rechazo a la propuesta legislativa para reducir el IGV de 18% a 16% en un plazo de dos años. Jorge Picón, profesor de la Maestría en Finanzas y Derecho Corporativo de ESAN, explica que una medida de este tipo causaría un desbalance en las finanzas públicas.

La Comisión de Economía del Congreso se prepara para debatir un proyecto de ley que busca bajar la tasa del Impuesto General a las Ventas (IGV), de 18% a 16%, para estimular el consumo privado en tiempos de desaceleración de la economía.

La iniciativa presentada por el legislador Víctor García Belaunde, de Acción Popular, propone reducir gradualmente la tasa del IGV en un plazo de dos años. El texto indica que si bien una reducción de dos puntos en la tasa del IGV supondría alrededor de S/. 5,300 millones menos de recaudación para el gobierno central, ello no perjudicaría el erario nacional.

El principal argumento para reducir el IGV es que el Estado peruano dejó de ejecutar S/. 17,881 millones en el 2013, mientras que en el 2012 la cifra fue de S/. 19,282 millones, de los cuales S/. 7,176 millones no fueron ejecutados por el Gobierno Central. Esto quiere decir que el Estado recauda recursos que luego no utiliza y en más de un caso terminan desviados en corrupción.

Sin embargo, el ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura, ya adelantó que su despacho está en contra de la propuesta de García Belaunde debido a que dicha cartera está analizando otras opciones para impulsar la economía, relacionadas con la reducción de los costos de transacción y la informalidad.

“Existen planteamientos alternativos sobre reducciones temporales de IGV. Las reducciones temporales en el Perú no funcionan. Nunca son momentáneas. Cualquier reducción tiene que asumirse que va a ser permanente, la cosa no va por ese lado irá por otro”, comentó el titular del MEF.

Al respecto, Jorge Picón, profesor de la Maestría en Finanzas y Derecho Corporativo de ESAN, consideró que “aventurarse a reducir los impuestos existentes en cantidades relevantes, no sólo sería arriesgado, sino irresponsable”.

“Desde el punto de vista del privado, los impuestos son costos que no generan valor, es decir, no importa si se paga S/. 100, S/. 1,000 ó S/. 1 millón porque no se produce ningún beneficio concreto. Para el privado mientras menos se pague, más se incentiva la economía. Caso contrario ocurre con el sector público porque ellos viven de los impuestos.” indicó.

Por otro lado, Picón reconoció que nuestra tasa de IGV es alta comparativamente hablando pero alertó sobre las consecuencias negativas que puede producir su reducción. “No cabe duda que si se rebaja el IGV en el mediano plazo quizás se reduzcan los precios y esto logre incentivar la economía, ¿pero a qué precio? Desbalanceando las finanzas públicas”, sostuvo.

El experto recordó que en los últimos dos años se han subido los sueldos de médicos, profesores, enfermeras, policías, etc., y que este crecimiento económico sigue aumentando el gasto público en distintas formas. “Debemos recordar también que en los últimos años el precio internacional de los minerales ha sufrido una caída que está afectando sustancialmente la recaudación tributaria”, dijo.

Fuente: Conexión ESAN


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