Impacto. Iniciativa del Ejecutivo plantea que 80% del pago mensual se pueda considerar como sueldo básico y 20% como bonos, rebajando así el cálculo para CTS y gratificaciones. Ayer lo aprobaron en comisiones y hoy lo verían en el Pleno.
En una coyuntura en la que el salario de la ciudadanía cada vez alcanza para menos, el Ejecutivo está planteando, sin discusión u opinión de los principales actores del mercado laboral, meter un tijeretazo al bolsillo del trabajador.
Paradójicamente el proyecto de ley que “promueve el mejor desempeño del mercado laboral” propone, por ejemplo, que un trabajador que hoy gana S/. 1.000 al mes, se le pueda pagar opcionalmente el 20% (S/. 200) como bono y S/. 800 como su salario base.
Sin embargo para el cálculo de sus dos gratificaciones (julio y diciembre) y el pago de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS), se tomará en cuenta los S/. 800.
La propuesta del Ejecutivo señala que este bono de productividad, que será en función a la política de incentivos de cada empresa, tendrá como tope el 20% de la remuneración anual del trabajador y no será considerada como una remuneración computable para el cálculo de la CTS.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aduce que la medida se da para evitar una mayor carga laboral a la empresa, no obstante Javier Barreda, ex viceministro de Trabajo, aseveró que la medida le quita capacidad adquisitiva al trabajador beneficiando al empresario que tendrá mayores utilidades y sin que siquiera se beneficie la competitividad de alguno de ellos.
Agregó que esta medida generaría nuevas formas de contratación, donde el grueso del sector laboral pasaría a la nueva modalidad con algún pretexto, como que la empresa cerraría si no se aceptan estos cambios. Barreda también acusó que la propuesta de un nuevo régimen laboral juvenil estaría estrechamente ligada al bono de productividad.
En ese sentido, explicó que todos los cambios propuestos generarían el despido de los trabajadores que no acepten las nuevas condiciones y se contrate al joven bajo la modalidad juvenil que no recibe CTS, gratificaciones y tan solo 15 días de vacaciones.
“Están contrabandeando una reforma laboral con pretexto de la crisis económica. Esta serie de reducciones de costos en nada va a ayudar a generar empleo ni a formalizar, sino que simplemente le quita capacidad adquisitiva al trabajador. Es un sin sentido desde todo punto de vista”, concluyó.
Se advierten despidos
Otro de los puntos que plantea el controvertido proyecto de ley es que en aras de combatir la informalidad laboral, indiscutible lastre de la economía peruana, se reduce el porcentaje de trabajadores requeridos para el despido colectivo por motivos económicos de 10% a 5%.
Barreda señaló que este cambio lo único que va a generar son despidos masivos, porque además ha reducido y relajado la capacidad inspectiva de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) con otra propuesta en el proyecto de ley.
En ese sentido, el experto advirtió que hoy la Sunafil carece de capacidad de control sobre un conjunto de empresas que además caerían en cambiar la contratación con los bonos, despedir apoyándose en los ceses colectivos y contratando empleados juveniles.
Esta serie de medidas, incluidas en un proyecto de ley del Ejecutivo, fueron aprobadas sin mucho miramiento ayer por las comisiones de Economía y Trabajo (sin la presencia de los titulares de ambos sectores) y hoy estarían siendo ingresadas a la agenda del Pleno del Congreso.
ENFOQUE
Contradicción en el gobierno
Javier Neves
Ex ministro de Trabajo
Todas las medidas apuntan a flexibilizar la legislación laboral y sin duda van a afectar derechos laborales. Es una señal contradictoria del gobierno que asegura que el otro año nos vamos a recuperar, pero adopta medidas de crisis. Además estas medidas claves no han sido debatidas en el CNT, pero cuando el gobierno quiere que algo no salga, como el aumento del sueldo mínimo, sí va a esta entidad.
La norma más importante de este paquete se refiere a la reducción de personal porque la ley actual exige para una reducción de trabajadores comprometerse por lo menos al 10% del personal, pero hoy se baja la valla al 5%.
Una segunda cuestión es que antes el empleador negociaba con el sindicato para ver si eran posibles medidas alternativas al despido, ahora los trabajadores afectados deciden con quienes negocian, eso en el fondo debilita la posición de los sindicatos.
Sobre los bonos de productividad, los aumentos no se integrarán a la remuneración básica porque si así fuera impactaría en los beneficios sociales, pero no se quiere eso, sino que sea solo para efectos remunerativos.
Fuente: Diario La República Pág.: 14
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