Caso 1
Mi amigo Jesús, me refirió donde un amigo suyo, para que vea la contabilidad de su empresa. Nos reunimos y le puse las siguientes condiciones:
– Mis honorarios por mes, es tanto.
– Balance y fiscalización; es un honorario mensual adicional.
Señor contador, yo he consultado con varios colegas suyos, uno me ha dicho que me va a cobrar la cuarta parte de lo que me pide Ud., por información adicional no hay cobro alguno (sic).
Caso 2
Por un muy buen amigo de infancia, tuve el grato de trabajar con un médico (por varios años). Él era muy desordenado y se le perdían sus papeles. Tuvo problemas con SUNAT, por tres años consecutivos. Fraccionamos su deuda y pago puntualmente lo que debía. Los otros años, presente su declaración a tiempo y pagos sus impuestos (no volvió a tener problemas con SUNAT).
Espere este año, su llamada para hacerle sus impuestos. Es docente nombrado en una universidad local, estos tienen un sindicato y un contador. Converse con el contador del sindicato, me ha dicho que él se va a encargar de hacer la declaración jurada de este año y no me va cobrar nada por hacerla (sic).
Caso 3
Una vez dicte clases a un grupo de odontólogos. Entre ellos había una persona, que estaba por poner una clínica. Estaba muy interesada en que sea su contador, tuvimos conversaciones preliminares y hasta llegamos a un acuerdo económico, para que trabaje para él.
Un día, me llama y me dice: Sergio, ya no quiero que seas el contador de la clínica. Acabo de llegar a un acuerdo con un colega tuyo, para que se encargue de la contabilidad. Yo le pregunté: ¿Cuánto le va a cobrar? No me va cobrar nada de nada, hemos quedado que yo le voy a hacer un tratamiento integral de su dentadura, por hacerlo no me va a cobrar por llevarme la contabilidad un año (sic).
Colegas, dignifiquemos la profesión. Estos casos, son del día a día. Hagámonos respetar como profesionales que somos.
CPC Sergio Luna Montero
Innovarum: Capacitación Empresarial
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