La SBS ha emitido recientemente dos normas a través de las cuales genera dos nuevas opciones para que el afiliado a una AFP pueda elegir su modalidad de pensión: la renta combinada y la renta vitalicia diferida. ¿Cómo benefician estas alternativas a los usuarios? ¿Y a las AFP?
La renta combinada justamente combina el retiro programado y la renta vitalicia. El primero implica una pensión mensual que proviene del dinero acumulado durante la jubilación. Este fondo se consume hasta acabarse, aunque el saldo se continúa invirtiendo. Por otro lado, en la renta vitalicia el fondo acumulado del afiliado se traspasa a una compañía de seguros, que se compromete a dar al afiliado una pensión de por vida a cambio de un pago. En la renta combinada, la pensión del jubilado combina ambas modalidades en una proporción de 50-50.
Se trata de una opción positiva pero su éxito se conocerá recién en el futuro, señala Jaime Vargas, gerente comercial de Prima AFP. “Ya existe una opción parecida llamada renta mixta, que tuvo muy poca acogida entre las AFP”, agrega. Sin embargo, en la renta mixta, la parte vitalicia se recibía siempre en dólares, mientras que en la renta combinada la parte vitalicia sólo se recibirá en soles. Posiblemente la depreciación del dólar entre el 2008 y el 2013 haya motivado la poca preferencia por la renta mixta en el pasado.
Para Alex Zimmermann, gerente general adjunto de Profuturo, la renta combinada es beneficiosa para el afiliado indeciso –que no sabe si elegir entre renta vitalicia o retiro programado–. “Le permite sopesar riesgos”. De hecho ambas modalidades tienen ventajas y desventajas: en la renta programada se recibe una mayor pensión al inicio de la jubilación, pero sólo hasta que se agote el fondo. En la renta vitalicia, se recibe una pensión menor, pero de por vida.
La segunda propuesta de la SBS sólo aplica para quienes eligieron la renta vitalicia, la modalidad empleada por cerca del 60% de jubilados, según Zimmermann. La propuesta permite al afiliado diferir la aplicación de la renta vitalicia durante los cinco primeros años de jubilación (antes sólo podía diferirla por dos años). Mientras se postergue la renta vitalicia, la pensión se basará en la modalidad de retiro programado, que permite al afiliado recibir una mayor pensión en ese período inicial. “La SBS se ha dado cuenta de que esta opción es la más pedida y, por lo tanto, busca alargar el tiempo de retiro programado si el afiliado lo desea”, explica el ejecutivo
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